
AP
Brasilia
Los dos candidatos a la presidencia de Brasil buscaron el mi茅rcoles cimentar el apoyo de sus simpatizantes. Por un lado, Luiz In谩cio Lula da Silva hizo campa帽a entre los pobres en la favela Alemao de R铆o de Janeiro, mientras que el mandatario actual Jair Bolsonaro se present贸 ante los feligreses en la enorme Bas铆lica de Nuestra Se帽ora Aparecida en el estado de Sao Paulo.
Hace unos d铆as, el expresidente Lula, quien gobern贸 Brasil entre 2003 y 2010, recibi贸 m谩s del 48% de los votos en la primera ronda. Bolsonaro obtuvo el 43% de las preferencias y, como ninguno de los dos consigui贸 m谩s de 50% de los sufragios, se enfrentar谩n en una segunda vuelta electoral el 30 de octubre.
Ambos parecen haber elegido celebrar a la patrona de la naci贸n, Nuestra Se帽ora de Aparecida, en su zona de confort.
En Alemao, acompa帽ado del alcalde de R铆o, Eduardo Paes, y de l铆deres de la comunidad local, Lula arremeti贸 contra las pol铆ticas de educaci贸n y seguridad p煤blica de su rival.
“El Estado s贸lo se presenta en la comunidad a trav茅s de la polic铆a; debemos ponerle fin a esto”, declar贸 el izquierdista. “Antes de que venga la polic铆a, primero deben venir la salud, la cultura y la educaci贸n”.
En las favelas y en la periferia de las grandes urbes brasile帽as, Lula ha recuperado buena parte del terreno que hab铆a perdido su partido en los 煤ltimos a帽os, y particularmente en los comicios presidenciales de 2018.
“Este es el gran punto de inflexi贸n entre 2018 y 2022”, se帽al贸 Pedro Abramovay, director ejecutivo para Latinoam茅rica de Open Society Foundations. “El Partido de los Trabajadores tuvo un aumento significativo en los votos, en especial porque creci贸 mucho en las periferias”.
Muchos brasile帽os quedaron decepcionados por el manejo de Bolsonaro a la pandemia, en la que murieron casi 700.000 habitantes del pa铆s, una de las cifras m谩s elevadas a nivel mundial.
Aun as铆, Lula se encuentra m谩s de 10 puntos porcentuales por debajo de Bolsonaro en el estado de R铆o y siete puntos en Sao Paulo, dos estados de gran importancia.
Bolsonaro tambi茅n ha ganado popularidad en las ciudades medianas, dijo Abramovay, quien junto con otros analistas pol铆ticos sigue a la espera del ver el impacto electoral que los actuales gastos del gobierno tendr谩n en las zonas m谩s pobres.
Bolsonaro respald贸 al Congreso en julio pasado cuando increment贸 notablemente los subsidios —por el equivalente a unos 7.600 millones de d贸lares— para ampliar asistencia p煤blica, un subsidio al gas de cocina y crear nuevos programas de transferencias en efectivo para camioneros y taxistas.
Este mes, el presidente ha adelantado los pagos del programa de bienestar, para que se reflejen en las cuentas bancarias de millones de familias unos d铆as antes de la segunda ronda electoral. Tambi茅n incluy贸 a cerca de 500.000 familias m谩s en el programa y prometi贸 un 13er pago para las madres solteras.
“Creo que es seguro decir que de no ser por la ayuda de Auxilio Brasil, Lula habr铆a ganado en la primera vuelta”, afirm贸 Abramovay.
En la bas铆lica de Aparecida, decenas de miles de fieles realizaban su peregrinaje anual, algunos de ellos caminando durante d铆as para acudir a uno de los varios servicios religiosos del mi茅rcoles.
La catedral puede recibir hasta 35.000 personas, y actualmente se encuentra abierta en su totalidad luego de reducir sus servicios durante la pandemia de COVID-19.
A Bolsonaro le est谩 yendo particularmente bien entre los evang茅licos, quienes representan alrededor de la tercera parte de la poblaci贸n y han recibido de buena forma su agenda conservadora. Muchos pastores evang茅licos han usado sus p煤lpitos para respaldar la candidatura del presidente.
Silvana Alves, una maestra de Sao Paulo de 38 a帽os, no estuvo muy contenta con la visita del presidente. Para ella, mezclar “la pol铆tica y la religi贸n no es algo muy saludable”.
“Si est谩n aqu铆 este d铆a no es necesariamente para celebrar el d铆a de Nuestra Se帽ora, pero como estamos en periodo electoral, quieren ganar votos, ¿cierto?”, declar贸 Alves.
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