La pandemia del coronavirus no solo ha generado una crisis sanitaria, sino también económica, y esto ha hecho que los dominicanos estén modificando la percepción del ahorro, incluso, se ha llegado a debatir sobre de los fondos de la vejez para contrarrestar esta situación que llegó por sorpresa.
Esa opción ha sido criticada por la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), al explicar que “los fondos están invertidos en su mayoría en instrumentos financieros de largo plazo”.
Esto implica que los fondos no se encuentran líquidos, por lo que hacer efectivas esas inversiones tendría como efecto un exceso de oferta de instrumentos financieros en el mercado, derivando en una baja de los precios que pudiera debilitar considerablemente el mercado de valores y, por consiguiente, todo el sector financiero en República Dominicana, afirma.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desde el 2017, inició el proyecto “Laboratorio de ahorro para el retiro” y, de acuerdo a un informe de la organización internacional financiera, esta iniciativa busca fórmulas innovadoras para fomentar el ahorro mediante intervenciones basadas tanto en la economía del comportamiento como en el uso de nuevas tecnologías y soluciones digitales.
Con esto se espera cambiar el pensamiento de República Dominicana y otros países del Caribe sobre la cultura del ahorro, lo que serviría a que las personas tengan un fondo que va más allá de la vejez y que pueda ser un comodín para cuando llegue el desempleo, la enfermedad, y las crisis económicas, entre otros factores.
De acuerdo con el especilista, la incertidumbre de si se conseguirá o no trabajo, probablemente no permitirá que el individuo tenga suficiente estabilidad para valorar algunas alternativas económicas.
Hernández opina que también guardar dinero durante un tiempo de crisis es una presión y aunque reconoce que el ahorro es una de las principales fuentes de progreso y de riqueza, tanto a nivel individual, como de las naciones, es muy difícil ahorrar para una persona con ingresos con los que no logran satisfacer mínimamente sus necesidades básicas.
El experto aconseja ver el ahorro como un gasto fijo mensual, una necesidad, una obligación más y una costumbre, con el objetivo de que la presión no sea tan grande.
El Banco Central y el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), en busca de la recuperación económica, dispusieron medidas que, en cierto modo, ayudaron al ahorro, como la baja en el precio del combustible y la estabilidad de precios.
La disminución en los precios del petróleo y la desaceleración de la demanda agregada han incidido en que la inflación acumulada se mantenga en terreno negativo, al registrar -1.25% durante los primeros cinco meses del año 2020, dice el BCRD.
Fuente: Listin Diario
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