Por Cristian Hidalgo.
El pasado 24 de abril estuve presente en los actos de juramentación de las nuevas autoridades del municipio de San Juan de la Maguana; caminé el entorno del palacio municipal y sinceramente voy a decir ahora lo que de haber externado tres meses antes, se hubiese interpretado como "tema de campaña" en contra de las pasadas autoridades. No debemos ser candil de la calle y oscuridad en nuestras casas; antes de transformar la ciudad, debemos empezar por intervenir el palacio municipal.
Nuestro palacio municipal es la sede más espectacular que puede tener ayuntamiento alguno en este país; con ciertos rasgos de las obras arquitectónicas emblemáticas del mundo, como El Capitolio en Washington, DC; sin embargo, su exterior luce muy maltratado, los adoquines rotos, su patio interior arrabalizado y descuidado. De igual manera lucen abandonadas y descuidadas las oficinas que operan en su interior.
Le exhorto al nuevo alcalde y el equipo de regidores, que dispongan el palacio municipal solo para oficinas y salones de eventos; que todos esos elementos rotos e inservibles los trasladen hacia El Córbano en donde tienen sus maquinarias pesadas; que habiliten allí un almacén para llevar todo cuanto no esté en plena operación; que el alcalde, como excelente constructor que es, se aboque a remozar el palacio municipal para rescatar su esplendor y brillo original; que los nativos y visitantes estemos orgullosos de visitarlo.
Las pasadas autoridades hicieron lo que pudieron; jugaron su rol en su momento; ahora le toca a Lenin de la Rosa impregnarle su sello renovador, su energía, que resplandezca por dentro y por fuera; sé que la voluntad la tiene, solo falta que la conduzca a la acción. Luego, mano a la obra con las promesas de campaña, con el rescate y remozamiento de los espacios públicos; con la eficientización de los servicios municipales, para que los sanjuaneros sintamos que valió la pena el cambio.
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